Este análisis, que me enseñaron a realizar en el IESE, es aplicable a la empresa y también a todo tipo de situaciones ante las cuales hay que tomar postura, tomar decisiones. Mi cáncer de páncreas es una de ellas.
PELIGROS
-Estamos invadidos (o nos lo creemos a la primera)
-Nos sentimos solos ante la enfermedad (y tal vez no es así)
-Vemos lo puramente negativo:
• Nos consideramos desgraciados, alimentamos una “espiral descendente”: soy un desgraciado, ergo me siento muy mal, ergo entonces soy más desgraciado, ergo me siento peor aún, ergo desánimo, ergo depresión.
• Vemos cada día como un nuevo plazo de un sufrimiento que continúa… antes de saber cómo se va a dar.
SOPORTAMOS MAL EL DOLOR, VIVIMOS MENOS AÑOS CON POCA O NULA CALIDAD DE VIDA Y ENFRENTAMOS LA MUERTE “ENRABIETADOS”.
OPORTUNIDADES
-Tal vez no esté invadido, ya veremos
-Siento que no estoy solo, no estamos solos (mi familia y yo, porque, ojo, la familia puede pasarlo peor que el propio enfermo)
-Nos llenamos de pensamientos positivos:
• Tal vez podamos con la enfermedad, ¿por qué no?, luego vamos a poder con la enfermedad, porque familia y amigos nos acompañan, nos apoyan, ergo mantenemos el ánimo entre todos: alimentamos la “espiral ascendente” valorando las noticias buenas de cada día, por sencillas que sean
• Fomentamos la consciencia de ser unos privilegiados: por todos los que nos quieren y nos ayudan, por los nuevos-viejos amigos que ahora descubrimos, por haber nacido en España y poder hacer uso de unos derechos médicos y sanitarios excepcionales de los que disponen en muy pocos países. Pensar que podríamos haber nacido en Haití o en Burkina…
• Confiamos y valoramos al equipo médico, enfermeras, administrativos y limpiadoras, gracias a los cuales nos sentimos atendidos y cuidados. Y se lo manifestamos a ellos: nuestra confianza y nuestro agradecimiento. Valoramos la disponibilidad de cada máquina que nos aplican o que sirve para averiguar nuestro estado, especialmente las más sofisticadas.
• Sublimamos el dolor como argumento y razón para estrechar lazos, empezando por los más cercanos.
• Agradecemos cada día que amanece porque… lo vamos a disfrutar.
• Practicamos el control mental –o tratamos de hacerlo, ir aprendiendo-, en beneficio de nuestro bienestar, para aminorar el dolor y superar la enfermedad.
• Esperamos, damos tiempo, ante una mala noticia, por mala que sea.
…bueno, profe JC, ¿me va usted a dar una A o qué?